Bajo las estrellas (libre)

Era viernes por la noche y no tenía nada de sueño, ya que me había pasado toda la tarde durmiendo debido al cansancio de toda la semana acumulado. Tampoco me apetecía quedarme encerrada en la habitación, necesitaba aire fresco y no me bastaba con el simple hecho de abrir la ventana. Lo que realmente me apetecía era salir fuera, tumbarme sobre el césped y contemplar desde allí el firmamento cargado de estrellas... pero para eso lo primero que tenía que hacer era que me dejaran salir y no iba a ser fácil salir por la puerta del instituto sin ser vista. Aun así, me puse una sudadera por si refrescaba en la calle y me fui directa hacia la salida, sorteando a todos los guardias que se encargaban de que ningún alumno saliera del centro sin permiso, aunque fuera simplemente salir al jardín. El caso es que de alguna manera conseguí cumplir con mi cometido.
Me tumbé encima de la hierba a contemplar las estrellas un rato, aprovechando la soledad para pensar un poco en todo lo que había pasado desde que había llegado al instituto...

Desde mi habitacion pude ver el cielo plagado de estrellas y no pude resistirme a, al menos, intentar bajar para poder verlas. La noche era calida y no parecia haber nadie, asi que simplemente me puse mis playeros y una sudadera desgastada y me la puse encima del pijama. Cuando baje no habia nadie. Llegue a los jardines y me que de un rato mirando el cielo. Mientras paseaba vi a una chica.
- Hola... hace una noche bonita ehh- dije sentandome a su lado.

Cuando ya llevaba un rato allí tumbada, sentí unos pasos cercanos aunque no me moví del sitio puesto que quizás se tratara de alguno de los vigilantes y si me pillaba allí lo único que podía buscarme era un problema. Poco a poco los pasos se iban acercando más, pero no me giré para descubrir de quién se trataba hasta que no escuché una voz que supuse que se dirigía a mi. Al girarme vi que era una de las estudiantes del instituto, aunque a decir verdad no me sonaba mucho haberla visto por clase, quizás simplemente porque no solía prestar mucha atención por no decir ninguna.
- Sí, el cielo está bastante despejado y se ven bien las estrellas - comenté por decir algo, volviendo de nuevo la mirada hacia el cielo. Tras unos segundos, para romper el pequeño silencio que se había formado, pregunté - ¿Tú tampoco podías dormir?