Conociendo a una bella chica (Emma) [+18]

Los primeros suspiros de placer se escaparon entre mis labios al sentir sus besos por mis pechos ahora ya desnudos y a duras penas pude decirle - Vale, creo que te lo has ganado y he de decir que has dejado el listón muy... pero que muy... alto - mis manos volvieron de nuevo a jugar con la goma de sus boxer, solo que esta vez sí que se los quité - Creéme, con o sin chupetón me voy a acordar muy bien de ti y, al contrario que mucha gente, sería para bien - le guiñé un ojo y me lancé a besar su cuello dejando yo también mi marca. Después subí sensulmente mis labios hasta darle un pequeño muerdo en el lóbulo de su oreja - No te cortes... - le dije provocativamente cuando comenzó a jugar con mi tanga - Seguro que así estoy más cómoda y puedo moverme mucho mejor...

-Suelo dejarlo querida, pero tranquila que sabré como superarme - le dije guiñándole un ojo sonriendo ampliamente al escuchar sus suspiros que hacían que la deseara cada vez más.
Asentí cuando me dio el permiso y no tardé ni dos segundos en despojarla de su ropa interior. Me quedé observando embelesado su cuerpo, tan perfecto con unas curvas de infarto y le dije pícaro - estás para comerte hermosa, literalmente... - tras esto me lancé a sus labios mientras una de mis manos se enredaba en su sedoso pelo y la otra bajaba por su cuerpo desnudo, jugueteando un poco en sus pechos para después ir a parar a su sexo comenzando a masajearlo muy suavemente al principio para que lo bueno llegara un poco más tarde y alargar así el momento.

- Pues no te cortes y prueba todo lo que tu quieras. Quien sabe cuando puedes tener otra oportunidad para hacerlo - contesté enarcando una ceja y con el mismo tono pícaro que él - además, se acerca la hora de cenar y no quiero dejarte con hambre. Aunque a decir verdad, tu cuerpazo me está abriendo a mi también el apetito - me relamí, mirándole provocativamente a los ojos mientras mis dedos recorrían todo su cuerpo desde el cuello hasta el ombligo.
Mis suspiros se fueron haciendo cada vez más intensos y eso que todavía no había empezado el plato fuerte. Si ya era así en los preliminares no quería pensar como sería el final de aquello. Comencé a pasar mis labios sueve y lentamente por sus abdominales mientras mis manos seguían acariciando frenéticamente el resto de su cuerpo - creo que me gustará ver más atardeceres contigo - bromeé.

-En ese caso aprovecharé ahora mismo ya que las ocasiones así no hay que dejarlas pasar, aunque realmente espero que se den más veces - le dije mientras acariciaba su sexo ahora algo más fuerte y rápido para que sintiera más placer, mientras mis labios sellaban los suyos notando así sus gemidos ahogados que hacían que cada vez quisiera más tomarla y hacerla mía, y sinceramente ya quedaba muy poco para eso,
Sus manos recorrían todo mi cuerpo y escuché su comentario con el cual me reí - creo que de ser así por mí veríamos hasta amaneceres - le dije pícaro mientras recorría ahora su escote y sus pechos con mi boca, llenándola de besos y jugando con mi lengua y sus pechos, mientras mi mano seguía en su sexo esperando a que llegara al orgasmo.

Desde luego que aquel era el mejor atardecer y con gran diferencia - ¿Quién dice que mañana mismo no veamos amanecer? También hay unas vistas preciosas de la salida del sol desde aqué - añadí a su comentario a duras penas ya que cada vez los gemidos eran más fuertes hasta que al final uno de ellos destacó entre los demás indicando que había llegado al orgasmo.
Dan cada vez me gustaba más. En tan solo unos minutos había conseguido subir la adrenalina y el calor de mi cuerpo al máximo y sin haber comenzado con la verdadera diversión - mis felicitaciones al cocinero - le susurré - si los entrantes son tan exquisitos no quiero ni pensar como será el primer plato... - le susurré al oído aprovechando después para darle otro pequeño muerdo en el lóbulo de la oreja y después bajar hasta su cuello donde me detuve un rato besándole para luego bajar de nuevo lentamente hasta casi llegar a su miembro donde mis labios volvieron a subir de nuevo para fundirse con los suyos.

-Estás a puntito de saberlo linda... - le susurré sonriendo de lado al notar su muerdo en mi lóbulo, desde luego esta chica iba a conseguir sacar de mí lo mejor, y eso que muy poquitas lo habían logrado, pero ella era diferente en verdad.
-¿Estás lista princesa? - le pregunté posicionándome sobre ella, apoyando mis brazos uno a cada lado suyo para que ella no tuviera que soportar mi peso y comencé a penetrarla lentamente, sintiendo sus suspiros en mi rostro y la besé muy pero que muy apasionadamente, mientras comenzaba a un ritmo lento que despues le produjera un placer inigualable.

- Estoy más que lista para que me enseñes lo mejor de ti - contesté y poco tuve que esperar para comprobar sus grandes dotes que, de nuevo, consiguieron que se escaparan de entre mis labios gemidos cada vez más intensos que fueron interrumpidos por un beso más que apasionado que consumió hasta la última molécula de aire de mi cuerpo, por lo que mi respiración también se incrementó y poco me faltaba para estar en el séptimo cielo - ¿Dónde has estado todo este tiempo que no te he visto? - murmuré un poco bromista cogiendo un poco de aire de nuevo.
Una de mis manos comenzó a enredarse con su suave pelo mientras la otra seguía correteando por su cuerpo frenéticamente.

Sus gemidos hacían que me sintiera muy pero que muy bien, sentirla así, a mi merced, contoneándose de placer debajo de mí hacía que mi excitación aumentara mucho más.
Notaba que lo estaba pasando en grande no solo con sus gemidos, sino con sus besos y la fuerte y entrecortada respiración que golpeaba mi rostro.
Comencé a besarle por el cuello, aprovechando ambos para coger aire y escuché su pregunta a la que contesté pícaro - princesa, he estado en tus mejores sueños, pero ya llegué para hacerlos realidad - e aquí una muestra de mi "pequeño" egocentrismo, y quien dice pequeño dice enorme como una catedral pero bueno, de la otra manera queda mejor.
Una de sus manos jugaban con mi pelo mientras la otra corría por mi cuerpo, las mías recorrían cada espacio de su cuerpo, bajando por su perfil, acariciando sus suaves y largas piernas, hasta acabar en su trasero, acariciándoselo mientras aumentaba algo el ritmo de mis embestidas, ahora más rápidas y un poco más fuertes, lo que le causaría más placer si es que era posible, y eso que aún le quedaba mucho por probar.

Desde luego lo estaba pasando de vicio y no me importaria tener a Dan como "hobby" alguna que otra tarde si me hacía sentir tan solo la mitad de bien de lo que lo estaba haciendo pasar en ese momento.
Enarqué una ceja al escuchar sus egocéntricas palabras que, como tan solo rara vez suele pasar, no me importantaron lo más absoluto e incluso me parecieron divertidas y apropiadas dada la peculiar situación en la que estábamos - Con razón decía yo que me sonaba tu cara y que todo esto era como un déjà vu... si es que eres la fantasía erótica de todos mis sueños subidos de tono - contesté con cierto toque bromista.
Sentí un pequeño escalofrío placentero al sentir sus manos recorriendo mi perfil que junto a sus rápidas y fuertes embestidas ayudaba a que mi respiración frenética aumentara más aún pareciendo que mi corazón iba a abandonar mi pecho - ¿Estás seguro de que no eres un Dios griego o algo de eso? Porque de lo contrario he de decir que el mismísimo Apolo no tenía nada que hacer al lado tuyo... - dije provocativamente.

OFF: perdón por el retraso, pero es que estoy preparando la Selectividad =S