Olor a muerte (Anthony)

No sabía como había llegado hasta ahí, pero estaba en ese lugar, donde las almas abundaban, ¿Por que había venido? facíl, seguí el alma de una niña que me llamaba, mi espiritu acompañante me había advertido que no viniera, pero no le hize caso y eme aquí, caminando entre las calderas del subterraneo, siguiendo el espirito de la pequeña niña.

Entro a una sala donde había un olor horrible a muerto, supuse que eran los antiguos incinadores ¿La ceniza de la gente muerta seguia aqui? no, eso no podía ser, curiosa como siempre abrí la puerta y me encontre con un tumulto de almas en el lugar. Quede en shock, debí haberle echo caso a mi espiritu, no seria problema si estas almas no estuvieran asustadas. Pero claro, como yo no tengo suerte las almas se espantaron ante mi presencia y fueron a atacarme al instante.

¡No!- grité, pero ya era muy tarde, me encontraba en el piso vomitando sangre.

Fui al hospital con la intención de terminar un trabajo de biología. Cuando junte el material que necesitaba me dispuse a salir del lugar. Cuando me di cuenta de que estaba perdido en el edificio, maldecía por lo bajo mientras veía los carteles y flechas que me indicaban donde estaba y a donde tenía que ir. Tomé las escaleras ya que fue a donde llegue, cuando escuche un grito, al principio no le tomé importancia en lo absoluto, seguramente era alguna chica que estaba en medio de un estudio médico o algo por el estilo, pero el grito no parecía provenir de algún consultorio, sino de mas abajo. Seguí el sonido del grito y llegue al último piso del hospital, parecía se el subterráneo. Camine un poco. -¿Hola?- Pregunté en medio de la oscuridad, lo único que podía escuchar eran mis propios pasos. Saque el celular para alumbrar un poco y vi a una chica tirada en el piso, no se veía bien, corrí hacia ella tirando la mochila. Miré su rostro, era Brigdet...-Rayos...¿que te pasó?- Pregunté asustado sin esperar respuesta. La cargue dispuesto a sacarla de ahí, por suerte estábamos en un hospital.

Fruncí el ceño al sentir a alguien tomando mi cuerpo, abrí lentamente los ojos -¿Anthony?- dije al reconoserlo, me pase la lengua por los labios..¡maldición! vi por encima de su hombro hasia atras, entrecerre los ojos esperando ver a la chica, en una esquina oscura estaba ella, con una sonrisa maliciosa y desapareciendo lentamente, suspire frustrada. -necesito tomar algo- dije cerrando los ojos y tomando el puente de mi nariz frustrada por no poder evitar ese ataque.

Empeze a maldecir por lo bajo, el olor a muerto era insoportable en ese lugar -malditos espiritus!- dije recargando mi cabeza en su hombro, el sabor a sangre en mi boca era intenso -¿tienes algo para beber?- le pregunte a la vez que trataba de no vomitar otra vez la sangre que los espiritus expulsarón de mi cuerpo -malditos espiritus- dije tocando mi garganta.

En cuanto despertó y dijo mi nombre suspiré aliviado, mientras recorría el camino de regreso con ella en brazos vi mi olvidada mochila tirada y con un poco de trabajo la levanté. Agotada mencionó algo de necesitar beber algo y después maldijo, no entendía muy bien a quién maldecía no porque rayos ella estaba tirada en ese lugar solo y oscuro. -Me parece que hay una botella de juego en mi mochila...- Le ofrecí. -Si puedes intenta sacarlo, o te lo doy una vez que estemos arriba, tengo que llevarte con un médico, no te ves bien...¿Que...que estabas haciendo aquí?.- Pregunté sin contener mi curiosidad. No quiero ni imaginar que le pudo haber pasado si yo la hubiera escuchado gritar.

-Seguí a el espiritu de una niña, no es recomendable- dije y saque el jugo de su mochila, tome un poco y escupí lo que había con sangre, por fin desasiendome del sabor, no es que fuera desagradable ni mucho menos, pero se sentía raro. -aww!- chille de dolor al sentir mis costillas arder, me quite la polera como pude y revise las heridas, tres grandes tajos sangraban en mis costados desnudos, eran acompañandos de unas feas quemaduras y unos raguños -joo!- dije a la ves que presionaba con mi polera la sangre, luego, al fijarme como estaba, me sonroje y volví a ponerme la polera, pero el roce me lastimaba, aguante las lagrimas y tome un poco de jugo.

Mencionó algo de seguir al espíritu de una niña. La miré con curiosidad mientras tomaba el jugo de mi mochila. -Brid...¿de que estas hablando?- Quizás había caído y se había golpeado la cabeza. -Será mejor que el médico se asegure de buscar alguna contusión...- Dije mas para mi que para ella. De pronto se quito la polera, apeas vi eso posé mi mi vista hacia el frente evitando mirarla. -Emm...¿Todo bien?- Dije aún mirando el camino. Era una pregunta estúpida, era mas que obvio que ella no estaba bien. Sentí que de nuevo se ponía la playera y me atreví a mirarla, su prenda estaba ensangrentada. La situación era bastante extraña y cada vez me preocupaba mas...

La prenda me dañaba la piel por lo que me la quite, las heridas debían ser tratadas, pero luego dijo algo sobre una contución en el cerebro, le pegué en el hombro -hey! ¿me llamaste loca?- le pregunte finjiendo enfado. Pero luego las heridas empezaron a harder y enterre mi cabeza en su pecho derramando algunas lagrimas de dolor -Duele- me queje con voz quebrada, luego me di cuenta de que no podíamos ver a un doctor -llevame a casa- recorde que tenia una botella de agua purificada en casa, luego sentí otro ardor, más fuerte que el anterior, revise lo que pasaba y vi un profundo ajugero en mi cadera -aaaa!- grite viendo horrisada la profunda herida en mi cuerpo, trate de bajarme de sus brazos, pero no me dejaba -matare a esos fantasmas!- dije a la vez que pensaba en lo estúpida que sono esa frase.

-No te llame loca...en lo absoluto, es solo que no entiendo muy bien de lo que me hablas, y pensé que quizás es culpa de un golpe en la cabeza.- Intenté corregir mi error, cerré rápidamente los ojos con fuerza mientras fruncía la nariz, quizás lo había arruinado mas...Entonces se quejo del dolor y me pidió que la llevara a casa. -¿Segura?...Sería mejor que un médico te examinara.- Mordí la pieza de mi perforación, en mi opinión era lo mejor que podíamos hacer, no podría llevarla a casa en ese estado. -¿Fantasmas?... Quizás te entendería mas si me explicaras lo que pasó.- Justo en ese momento llegamos al hospital, de nuevo el lugar estaba iluminado y de nuevo había personas en el pasillo, el cual estaba casi desierto.

Claro! te explico ¡solo vamos a casa!- dije a la vez que trataba de ponerme la polera sin hacerme más daño del que ya tenía, los átaques me estaban quemando por dentro y era molesto no poder hacer nada para arreglarlo, solo me quedaba esperar poder llegar rapido a casa, puse mi cabeza en su pecho para ahogar los gemidos de dolor que salian de mi boca.

Cuando me vi en un lugar iluminado me tape con la mochila y lo mire pensativa -llevame al baño, por favor- tal vez el agua me ayudara -el de chicas claro- añadí.

-Esta bien te llevaré a casa.- Dije tranquilamente ocultando mi preocupación, lo que menos quería era que su hermana la viera en ese estado. Yo hubiese preferido llevarla con el médico, pero si ella no quería no podía hacer mucho, paso por mi mente llevara en contra de su voluntad. Me pidió llevarla al baño, asentí con la cabeza y la lleve hasta ahí, algunos de los presentes en el edificio nos miraban con preocupación y seguramente pensaban que estaba a punto de llevarla emergencias. La bajé con cuidado una vez frente al baño de mujeres. -¿Estarás bien ahí adentro sola?- Pregunté preocupado tomándola de los hombros en caso de que cayera o algo por el estilo.

Suspire, ¿Debiamos pasar por todo esto? me pregunte a mi misma.

No solo matalo y ya...dijo esa voz, esa horrible voz que destestaba escuchar. Mis ojos se abrierón como platos y me aferre a el como si mi vida dependiera de ello, bueno más que mi vida, la de el.

Vamos ¿Que tan dificil fue con tu hermano? nadie se enterara. Me aferre más a el, y escondí mi cabeza en su pecho. Anda Bridg, un cuchillo y ya.

No!- grite, probablemente pensarian que estaría loca, pero ahí estaba ella otra vez, sonriendo en una esquina con malicia, frunciendo el ceño, preguntandose por que no actuaba rápido.
Matalo. Me volvío a ordenar, con su voz melodiosa y cargada de rencor. Se acerco a mí y me toco, cone sus dedos de hielo, que quemaban tanto como el fuego, con sus ojos azules, dos posos de agua fria que quemaban al tacto.

Me sorprendí bastante cuando se aferro a mi y no supe como reaccionar, la abracé con suavidad y le di un par de palmaditas en la espalda con cuidado de no lastimarla. Hasta que gritó, me quedé estático, y la solté despacio. Comencé a morder mi labio pensando en que debía hacer. -Bridg...- Fue lo único que pude decir, no serviría de nada decir su nombre, pero quizás se calmaría un poco. -Todo estará bien...- Mi madre siempre decía eso para animarnos cuando algo no estaba bien, quizás en su caso también serviría de algo.

No todo estara bien, no todo. Dijo ella de nuevo, me separe bruscamente de Anthony y lo mire a los ojos.
Perdón-. dije a la vez que las lagrimas salian de mis ojos y me iba corriendo. El no tenía la culpa, el no debía sufrir lo que la perversamente, de esa chica, tenía preparado para el y para todos.

Subí las escaleras y llegue hasta el techo de el hospital, cerre los ojos y vi desde el costado hasia el piso, sentí que estaba tras mió, vamos, el arte del suicidio, la única forma de librarte de mi, de manera artistica ademas. Me dio un empujoncito, suficiente para hacerme perder el equilibrio y caer, grité, pero sentí que una mano me afirmaba la muñeca.

Se apartó de mi bruscamente y se fue corriendo, no sin antes disculparse, tardé un par de segundos en reaccionar y correr hacia ella. Me sorprendió bastante el como pudo ser capaz de correr a pesas de sus heridas. Corrió hasta el techo del hospital, yo detrás de ella. Se puso al borde del edificio y casi me da un ataque cardíaco, me acerque a ella sin hacer ruido, no quería sorprenderla y que cayera por el susto. Sin mas ella se dejo caer, y yo la tomé por la muñeca justo a tiempo, con fuerza la jale y la puse junto a mi abrazándola. -No vuelvas a hacer eso nunca, ¿entendiste?- Dije agitado y en tono molesto y preocupado. La abracé con mas fuerza aún sorprendido.

Estaba practicamente en shock, las palabras no salían de mi boca y no podía moverme. Cin la respiración bastante agitada logre decir.

-Esta vez fuiste muy lejos- a la chica que estaba tras nosotros con su sonrisa angelical y sus ojos frios, me abraze a Anthony escondiendo mi cabeza en su pecho, estuvimos asi un rato hasta que nos lleve a apoyarnos en una pared, escondí mi cabeza en mis piernas y trataba de controlar mi respiración, trataba de que ella se fuera, cuando estuve más calmada mire a tony y suspire -supongo que te debo una explicación- dije a la vez que miraba mal a la chica.

Linda, tu no le debes nada a nadie más que tu muerte o la de el....

Me senté junto a ella, mientras ella cubría su rostro con sus manos, yo suspiré y miré al cielo. -¿Quien fue muy lejos?...- Susurré dudando en que si debía hablarle o no. Entonces dijo que me debía una explicación. -Si, supones bien.- Dije con seriedad esperando a que hablara.

Le conte el por que estaba ahí, desde la muerte de mi hermano, hasta ese día, la chica seguia viendome con cara seria, el ceño fruncido y sus ojos frios, parecian dos lagos congelados, sus labios se ablojaban como dadno a entender que diria algo, pero luego volvía a ponerlos en una linea recta de color rojo, su cabello rubio flotaba con el viento y sus dedos se encontraban tensos, pero de pronto sonrio.

Segura que hiciste bien en contarle? me pregunto, yo solo me encojí de hombros, todos te dejaron de hablar ¿por que el seria distinto?, levante la vista a la chica...con tu hermano fue más facil ¿Por que habrá sido?...no sera que ¿Sientes algo por el chico? tu sabes linda que no lo permitire.

Al decir esas palabras mi corazón se encojio, sentí como si algo se rompiera en mi pecho, pero tenía razon, yo no podía ser normal, suspire y trate de sonreín -estoy bien- mentí.

Escuché atentamente todo lo que me decía, a veces asentía con la cabeza. Era una historia bastante complicada, no podía creerle en un cien por cierto ya que yo no tenía ningún tipo de prueba, pero aún así le creí. Fingió una sonrisa y dijo estar bien. -No lo estas...- No quería incluir los detalles del porque obviamente no estaba bien, como el hecho de que apenas hace un rato intentó suicidarse, o las múltiples heridas que tenía. -Si necesitas ayuda con algo, sabes que cuentas con mi ayuda para lo que sea.- Le sonreí y tomé su mano como muestra de apoyo. -Es interesante tu poder, aunque debe ser muy difícil tenerlo ¿cierto?- En verdad me daba curiosidad el tema. -Pero antes de que continuemos hablando, vamos a curarte las heridas ¿si?- No podía tener una charla tranquilamente con alguien, si ese alguien se estaba desangrando frente a mi.

Despacio quite su mano de la mia y lo mire a los ojos, sonreí con melancolia y negue con la cabeza.
-siempre eh estado sola, tal vez no fisicamente, pero mis sentimientos jamás tendran compañia, mi corazón se ah vuelto un lago frio, algo sin alegria, sin emoción, sin vida- dije mientras miraba como las nubes se arremolinaban en el horisonte -no te preocupes por las heridas, eh tenido peores..- dije a la vez que veia como la chica de ojos congelados se me acercaba, su piel de porcelana se acerco a mi oido y sus labios carmesí pronunciarón las palabras más hirientes que alguna vez escuche, repitio las palabras que dijo ese día...

El amar no es para ti, la indiferencia te hara más fuerte....es raro, cuando lo dije por tu hermano no te dolio tanto como ahora.

Toco mi pecho, en el lugar donde se encontraba mi corazón y sentí como este se congelaba a su frio tacto, tragué saliva ruidosamente y la mire a los ojos -yo no sirvo para amar- repetí sus palabras, tal vez tenía razón y yo solo negába la realidad.

A su primero comentario no pude decir nada, solo la miré y después miré el suelo. -No me interesa si has tenido peores heridas, las que tienes ahora son graves y no pudo soportar verte en este estado tan delicado.- Estaba decidido a llevarla a ver un médico, podía inventarle algo sobre un accidente o algo por el estilo para que no sospecharan nada, quizás por eso no quería ir...Y entonces su último comentario me dejo sorprendido. -Cuando algo no sirve por lo general se manda a arreglar, solo hay que arreglarte en ese aspecto...- Dije sin mucho sentido, era un comentario un tanto estúpido.

Lo mire por unos instantes, donde el dolor en mi pecho crecio, abriendo un agujero que hacia mucho tiempo creía cerrado, en mi interior sabía, como que el cielo es azul, que hablar con el no me hacia nada bien, pero era más fuerte que cualquier cosa, más fuerte que el dolor, era mi morfina y mi escape a mi realidad -Mi placer violento- dije mientras que el viento desordenaba mi cabello, asi era, mi placer violento, mi propia droga, en el instante que está surge su efecto, me siento bien, cuando pasa...me doi cuenta que eh sido una estúpida y el dolor vuelbe a mi.

-Un simple martirio...- desordene su cabello y me dirigi a la puerta para poder bajar las escaleras. -No se en que momento paso, no recuerdo cuando....mi vida se volvio tan complicada- dije para mi misma.

La escuché sin decir nada, se levantó y no dije nada, hice una mueca, ella se fue bajando las escaleras. Unos segundos después me levanté y me fui por el mismo camino que ella, esta vez no para seguirla, si ella no quería mi ayuda no había mucho que yo podía hacer, pasé junto a ella, solo la miré, suspiré y continué bajando escaleras. Ya había hecho mucho y continuaba rechazando mi apoyo, no había mucho que yo pudiera hacer.

Lo vi pasar por mi lado, de manera indiferente, eso me dolío...tal vez fue mi culpa.

Siempre es tu culpa.

Decidí ignorar a esa chica por esta vez, luego ya vería que hacer con ella, tome una gran bocada de aire y baje mi orgullo, lo tome del brazo para que detuviera su marcha y me lanze a el, hundí mi cara en su pecho disfrutando de la calida sensación y lo aferre más fuerte a mi.

-Perdón, eh sido una idiota- dije a la vez que sollozos salían de mi garganta -pero, por favor no te vayas, eres lo mejor que me ah pasado....y no quiero...perderte- dije mientras lloraba más fuerte...amar duele...

Continué alejándome de ella cuando sentí como tomaba mi brazo y se abrazaba a mi pecho. Suspiré y miré al techo cuando dijo que yo era lo mejor que le había pasado, me quede sin palabras unos instantes y respondí. -Tu misma eres la que me esta alejando de ti y yo no puedo hacer mucho para remediarlo.- Cada que le ofrecía mi ayuda se alejaba o salía corriendo y eso era un poco desesperante. Con delicadeza la separe de mi tomándola por los hombros mientras la miraba con una ceja enarcada.

Bote el aire lentamente y me solte de el, me di media vuelta tomando mi brazo izquierdo con el derecho y bajando la cabeza, mire a la chica rubia en el fondo del pasillo esperandome, bufe por lo bajo cuando ella parecio al lado mio, estúpido espiritu, pense al sentír su fria mano tomando la mia y dirigiendonos hasia el fondo del lugar, di vuelta mi cabeza y lo mire, con una mirada dolida y fria, pare un segundo y tome el dije de corazón que simbolisaba mi promesa, lucharia por no ser de nuevo la bridg influenciable y debirl, peero ahora el fantasma de mi pasado gobernaba en mi, quite de un tiron el collar y lo arroje al piso, abri mi mente para dejar que la chica entrara en ella y pude sentir como una sonrisa fria se dibujaba en mi rostro.

-Graias por fn me han dejado entrar, todo gracias a ti- dijo la chica rubia ocupando mi voz.