Hey apple, knife! (Libre)

Eran las 9:00 de la mañana y yo acababa de despertar, con una increíble necesidad de comer una manzana. Me coloqué lo primero que encontré en el closet (unos jeans negros, playera de Bring Me the Horizon y mis converse) y bajé corriendo hacia la cafetería. Tomé dos manzanas y un cuchillo y corrí hacia una mesa del rincón, como si temiera que me las robaran.

En cuanto tuve la manzana en mis manos, recordé un vídeo muy bizarro que había visto hacía un par de días. Se llamaba The Annoying Orange, y al recordar cómo mataban a la manzana, hasta me dio algo de pena clavarle el cuchillo. Pero era la ley de la vida. Reí internamente al percatarme de las estupideces en las que estaba pensando, y comencé a disfrutar de mi manzana mañanera...

Aquella mañana me levanté pronto sin saber muy bien por qué puesto que soy de las que prefieren pasarse toda la mañana en la cama que madrugar. Pero ese día por alguna razón no me podía quedar en la cama. Nada más levantarme me había puesto la ropa de deporte y había salido a correr un rato. Cuando me cansé, subí a ducharme a la habitación y después fui a desayunar algo ya que comenzaba a sentirme algo mareada.
Me cogí un café para aguantar bien el resto del día y un par de galletas para llevarme algo sólido al estómago.
La mayoría de las mesas estaban ocupadas por pequeños grupos de gente a excepción de una en la que solo había una chica sola. Decidí acercarme a ella, aunque no nos conociéramos de nada.

-Hola - dije al llegar - ¿Te importa si me siento contigo?

-Por el lugar, igual pasaba la maestra, podría parecer raro viéndola comer donde el cuerpo estudiantil en vez de la cómoda y lujosa sala de maestros, pero a ella realmente, le parecía una señal de superioridad el que los maestros se dieran más lujos para cumplir con la misma necesidad; la de comer. Por ello, ella evitaba a toda costa presentarse a ese lugar a la hora de la comida, no le gustaba un status superior. Todas las mesas estaban ocupadas, y así como cualquier otro estudiante, se paseaba por todo el lugar buscando una mesa con algún espacio vacío, vio una en la que estaba una chica parada a un lado y otra sentada comiendo una manzana. Se acercó al igual, con un estuche de violín en color blanco y franjas rojas, con un espacio agregado, ella jamás llevaba una lonchera o un bolso de mano, prefería ser práctica, por lo cual, ahí también llevaba su almuerzo. Al lado contrario de la pelirroja, igual se atrevió a la pregunta.- ¿Te molesta si me siento?-Dijo enfatizando gentil, y manteniendo una sonrisa. De seguro la chica sentada, no tenía idea aún de que era su maestra, pues jamás se habían visto antes a diferencia de la otra chica. Al darse cuena por fin quién era, la saludó levantado su diestra y agitándola.-Oh, Emma. ¿Cómo estás?-Concluyó y devolvió sus gentiles orbes hacia la chica ya sentada.-

Tan concentrada estaba en mi misión homicida que me percaté de que alguien estaba observándome cuando finalmente me habló. Levanté la mirada y me encontré a una pelirroja con una bandeja, obviamente con la intención de sentarse. Pero no pude abrir la boca para responder cuando otra chica más se acercó con la misma pregunta.
-Adelante, el mundo es libre -dije sonriendo de lado, para luego darle un mordisco a mi manzana. Al parecer ellas ya se conocían, asi que decidí no interrumpirlas y seguir asesinando manzanas.

Un buen tentempié para el desayuno. Saludable con calorías exactas, una rica manzana, muy bien por ti.-Dijo sentándose frente a ella, sonriéndole amigablemente. Su voz sonaba un poco madura, pero mantenía esa gentileza que la caracterizaba.-Madam Aliza Winehouse, mucho gusto. Omite el "Madam" es sólo una tontería...-Dijo aún observándole sujetando con firmeza el estuche de violín en su siniestra, para elevar la diestra hacia ella e interrumpir su masacre frutal con un estrecho de manos mediante.-

Antes de que pudiera decirme nada, alguien más se acercó a la mesa. Era Aliza, la profesora de música a quien había conocido el día anterior cuando discutía con Clarissa... por suerte ella no estaba en el comedor de lo contrario seguramente terminaría provocándola de nuevo y no me apetecía demasiado pelearme con nadie tan temprano. Me extrañó un poco que una profesora se sentara a desayunar con los alumnos ya que normalmente, en mis institutos anteriores solían tener otro lugar para los profesores - Bien, asumiendo que dentro de un rato empiezan las clases - contesté a su pregunta mostrando poco interés en que éstas comenzaran.
Me senté con ellas en la mesa y después de que Aliza se presentara, hice yo lo mismo - Yo soy Emma - después comencé a desayunar, mirando un poco de reojo como la chica se enfrentaba a las manzanas.

Me sorprendió un poco el análisis de mi desayuno, pero estreché la mano de Aliza con una leve sonrisa.
-Soy Cadence, pero todos me llaman Candy -dije con amabilidad, luego de que la pelirroja también se presentara. Entrecerré los ojos y examiné a Aliza, no parecía una estudiante ni hablaba como una.

-Una pregunta Aliza, ¿realmente perteneces al cuerpo estudiantil? -clavé mi mirada en ella, con curiosidad. Si no era estudiante, ¿qué se suponía que hacía en la cafetería? Me encogí de hombros y comencé a comerla segunda manzana, mientras dejaba el cadáver de la primera sobre la bandeja.

Excelente observación, al menos supongo que lo es basándome en tu pregunta. No, no lo soy. Soy una de tus profesoras.-Concluyó recalcando lo obvio, liberando la mano también, observándole con curiosidad cómo comía su manzana. Parecía una masacre, pero no lo era...Sacó de su estuche de violín, en un compartimiento adicional, un toper de plástico transparente con tapa roja. En su interior había un emparedado cuidadosamente construído con aires vegetarianos. Lo colocó sobre la mesa, aún sonriendo. Le clavó su amigable mirada para continuar con la charla, con una pregunta.¿Y dime...eres vegana o sólo eres vegetariana?

Admito que me sorprendí un poco al escuchar la confirmación que ella era una de mis profesoras, supuse entonces que las clases no estarían del todo mal.
-Vegetariana camino a vegana, es parte de la filosofía Straight Edge -dije con naturalidad, olvidando que habían pocas personas que sabían lo que era ser SxE. De cualquier forma si no lo sabía, preguntaría- ¿Y usted? -pregunté con una media sonrisa. Me costaba tutear a los profesores, era una costumbre que había adquirido desde pequeña, a pesar de no haber ido a escuelas finas ni nada por el estilo.

No realmente, eso sería parte de una filosofía pacifista y en contra de la muerte y explotación de otros seres, como la mía. Pero el ser Staight Edge consta de ser: Un no fumador, no ser alcohólico, ser ecologista y no tener sexo casual. -Concluyó su charla hablando con una mezcla rara, pues se expresaba con demasiada propiedad, pero su tono de voz era de una mujer pero no tan madura.- Y bueno, yo soy vegetariana nada más...-Le observó con una sonrisa, y sonrojándose un poco.-Oh, por favor. No me digas de usted, no estoy tan vieja ni soy una típica maestra para merecerme tu respeto de esa forma...El respeto se gana mediante acciones y patrones de comportamiento, no por un degradante estatus de autoridad. Yo no lo veo como "Maestro y pupilo" para mi es "Experimentado, y practicante"-Concluyó dejando a un costado el estuche del violín, observando a la otra dama, a la pelirroja, pues no había dicho nada y por lo que vio el día anterior, no era alguien que se reservaba...-¿Y tú Emma, qué eres? ¿Vegetariana o carnívora? También, ¿Trashy o SxE?-Concluyó amigable, esperando que con ello, la chica se animara a hablar.-

Comenzaron a hablar las dos permaneciendo yo callada puesto que tampoco se estaban refiriendo a mi y, además, comenzaba a sentir el cansancio de haber dormido poco aquella noche, aunque estaba atenta a la conversación mientras terminaba de desayunar.
- Bueno, yo como de todo. Me gusta la fruta, la verdura, etc, pero también me gusta comer carne - contesté cuando Aliza, de forma amigable, se dirigió a mi - ¿Qué vamos a hacer hoy en clase? - pregunté después para seguir con la conversación.

Estudiaremos la vida de: Ludwig Van Beethoven, Arcangelo Corelli, Wolfgang Amadeus Mozart y Johann Sebastian Bach como base de la clase de hoy. Logicamente, tendremos la oportunidad de apreciar sus trabajos, pero no es algo que podríamos hacer en un sólo día de clases, les estoy diciendo el plan de estudios de varios días. Y bueno, también los escucharé tocar, el instrumento que más les guste al igual que el género.-Dijo aún manteniendo la sonrisa, y hablando en pro de que ambas jovenes la escucharan. Su tono como siempre era amigable y gentil, se volvería casi un cliché el oírla hablar.- Sólo una cosa...-Su tono cambió a serio en instantes.-Que les conste algo; no estoy levantándoles falsos ni asumiendo nada, pues sus vestimentas me indican lo contrario pero...A pesar de que yo no discrimino, les advierto que; si les gusta el reggaeton, al menos en mi clase no tendré un comportamiento tan amigable como hago con el resto.-Se deshizo de aquél tono que poco acostumbraba, y fue que de dio el cliché del tono de voz gentil.- Sé que el discriminar a los oyentes de ese género no está bien...pero el género mismo, es una disciminación total hacia la mujer. Y no me desagradarían por oírlo, pero, si toman en cuenta que soy la experimentada de música, la que tiene de trabajo hacerlos comprenderla y apreciarla...Sería un desperdicio de un tiempo que podría invertir en otro practicante, ¿porqué? Sólo analizando las líricas de esas canciones...es una ofensa.-Dijo volteando la mirada hacia la derecha, suspirando profusamente. Por fin terminó de hacer lo que ella siempre evitaba: menospreciar a otro. Pero simplemente, no podía evitarlo, cualquiera le daría la razón en ese aspecto, claro, cualquiera con al menos 7Cm. de frente. Devolvió la mirada hacia la otra vegetariana, habiendo recuperado su elegante y excéntrica compostura. Giró la cabeza hacia la otra pelirroja, al igual, sonriendo ampliamente.- Bueno, díganme más de ustedes...Su banda favorita para empezar...-Dijo observando sospechosamente a Candy nuevamente.- Percibo...Funeral for a Friend.-Por fin se quedó callada, ya había dicho suficiente por lo cual ya debía dejarlas hablar.-

Esperé a que terminara de hablar para proporcionar mi opinión. La verdad es que ni yo misma podría haberlo dicho mejor y conmigo tendría suerte pues aborrecía ese estilo de música o lo que fuera, tanto por el ritmo como por las letras machistas. Solo el hecho pensar en alguna canción de reaggeton me daba dolor de cabeza.
- Estoy de acuerdo contigo, Aliza - comencé diciendo animada al comprobar que compartía parte de mis gustos o disgustos con alguien, antes de contestar a la pregunta que nos había hecho - yo tampoco soporto el reaggeton - suspiré - tengo que estar delirante para que me veas escuchando algo de eso por voluntad propia - bromeé - Yo suelo escuchar rock y metal, especialmente metal sinfónico. En cuanto a mis grupos favoritos... podría citar Flyleaf y Within Temptation - concluí, dejando que Candy respondiera también a la pregunta.

Asentí ante todo lo que dijo acerca del Reggeaton. Era tan ofensivo y degradante que apenas podía soportarlo por 5 segundos, a pesar de que era una persona extremadamente abierta en cuanto a música. Sonreí abiertamente cuando Aliza mencionó Funeral for a Friend.
-Haz acertado... Funeral for a Friend es mi banda preferida en todo el mundo. Pero soy bastante abierta en la música, escucho todo tipo de rock y metal, desde FFAF hasta Lacrimosa, desde Bring me the Horizon hasta Marilyn Manson o Kamelot. También admiro a varios músicos como Carlos Santana, Victor Wooten, Eric Clapton, Jaco Pastorius, Hendrix y los clásicos como Beethoven, Mozart o Vivaldi. Además, suelo escuchar electrónica como Basshunter o Brokencyde pues adoro bailar Tecktonik -cerré la boca en ese instante, solía dejarme llevar y me iba de palabras. No me gustaba hablar más de lo necesario, pero en cuanto a música yo no podía controlarme.

Excelente, verdaderamente excelente. Realmente comparto casi todos tus gustos, Candy. No soy mucho del género de la electrónica, pero no la desprecio. -Observó con su amigable sonrisa a Candy, y ahora hacia Emma.- Sharon Den Adel tiene una bellísima voz, ¿no lo crees? Me encantan esas dos bandas...Flyleaf, Within Temptation...Excelente.-Suspiró para desviar la mirada hacia arriba, y luego la regresó. Se le notaba pensativa.-Si yo les dijera todas mis bandas, artistas y compositores favoritos, nos acabaríamos el día...jeje. Puedo decirles algunas de las principales pero...igual son varias. Nightwish, Epica, Mandragora Scream, Iwrestledabearonce, Van Canto, Nox Arcana, Cradle of Filth, Ozzy Osbourne, Theatres Des Vampires, Lacrimas Profundere, Theatre of Tragedy. Symphony X, Dream Theater...realmente son muchísimas. Y no menciono a los obvios...Bach, Vivaldi, Mozart, Beethoven, Corelli...entre otros.-Llevó su mano a la barbilla y la empezó a frotar, pensativa aún. Ahora observó a la mesa, pensando en un cambio de tema, de otro modo no tendría tiempo de conocerlas bien y sólo sabría de su música, aunque claro la música es muy importante. Retiró su mano, luego de haberse sugerido una pregunta para hacer, y las observó alternadamente a ambas, luego optó por su pregunta.-Díganme...¿Qué edad tieien? ¿Cuál es su meta en la vida?-Dijo sonriendoles.-

- Vaya, creo que es el primer instituto al que vengo en el que encuentro a alguien con quien comparto los gustos musicales - comenté un poco sorprendida. Normalmente, todas las chicas de mi clase se dejaban guiar por la música que estaba de moda, algo que nunca llegué a entender.
Respiré hondo antes de responder a su pregunta...¿Cuál era mi meta en la vida? Nunca me lo había llegado a preguntar en serio - Yo tengo casi diecisiete años. Y, bueno, por el momento no tengo claro cuál es mi verdadera meta en el futuro. Desde pequeña siempre me han enseñado a luchar por lo que quiero, por mis derechos, pero hasta el momento no he hecho más que meterme en problemas - hice una breve pausa - y por si fuera poco, por actuar de esa misma manera ellos están en la cárcel... ¿Qué se supone que tengo que hacer? - concluí en voz más baja como si hablara solo para mi, casi sin pensar en lo que acababa de decir. Era la primera vez que me sinceraba de esa manera y me arrepentí un poco de haberlo hecho.